Desde la concepción naturalista-empirista, hacer ciencia es explicar un fenómeno, esto es dar razones de por qué esos fenómenos ocurren, y las mismas -al fin y al cabo- provienen de leyes científicas a partir de las cuales puede inferirse el enunciado que describe el fenómeno a explicar.
Los comprensivistas plantean que el objetivo de las ciencias sociales no es tanto explicar -en tanto subsunción de hechos particulares bajo leyes- sino más bien comprender. Mientras las ciencias naturales explican lo natural, las ciencias sociales comprenden lo social. Comprender significa desocultar el sentido de algo, dar cuenta de los significados emitidos por el otro.
La concepción estándar naturalista homologa al mundo social al físico y entiende al primero como una estructura invariante en la que es imposible encontrar regularidades empíricas, mientra que una versión más adecuadas de la labor del científico social debería prestar atención al carácter simbólico de la vida humana y a los horizontes de sentido que la constituyen.
Las características de la reacción comprensivista son:
1) Especificidad de lo social. Frente a la reducción de lo social a lo natural, propia del supuesto naturalista que está en la base de la concepción estándar de las ciencias sociales, el comprensivismo defiende una visión de la sociedad como un objeto específico e irreductible a los hechos naturales. Su esencia simbólica e histórica, constituida por valores y sentidos lingüísticos, impide un abordaje reduccionista.
2) Dualismo metodológico. La posición comprensivista afirma la existencia de un hiato epistemológico entre las ciencias naturales y las ciencia sociales, reivindicando para estas últimas una especificidad irreductible. Así no habría, como creían los naturalistas, una continuidad, sino más bien una radical discontinuidad en las ciencias. En síntesis, una visión dualista del conocimiento científico.
3) El conocimiento científico de las ciencias sociales como comprensión. De las dos características anteriores se sigue una tercera: "conocer" en ciencias sociales ya no será subsumir -desde la objetividad- fenómenos particulares mediante leyes (explicar), sino "comprender": esto es, desocultar significados, alcanzar -desde la propia subjetividad del intérprete- la subjetividad del actor social. El conocimiento de las ciencias sociales posee, entonces, un ineludible componente de empatía: se trata de desentrañar los propósitos o intenciones del otro; algo así como acceder al alma del otro. Solo así sería posible entender un proceso social.
Los comprensivistas plantean que el objetivo de las ciencias sociales no es tanto explicar -en tanto subsunción de hechos particulares bajo leyes- sino más bien comprender. Mientras las ciencias naturales explican lo natural, las ciencias sociales comprenden lo social. Comprender significa desocultar el sentido de algo, dar cuenta de los significados emitidos por el otro.
La concepción estándar naturalista homologa al mundo social al físico y entiende al primero como una estructura invariante en la que es imposible encontrar regularidades empíricas, mientra que una versión más adecuadas de la labor del científico social debería prestar atención al carácter simbólico de la vida humana y a los horizontes de sentido que la constituyen.
Las características de la reacción comprensivista son:
1) Especificidad de lo social. Frente a la reducción de lo social a lo natural, propia del supuesto naturalista que está en la base de la concepción estándar de las ciencias sociales, el comprensivismo defiende una visión de la sociedad como un objeto específico e irreductible a los hechos naturales. Su esencia simbólica e histórica, constituida por valores y sentidos lingüísticos, impide un abordaje reduccionista.
2) Dualismo metodológico. La posición comprensivista afirma la existencia de un hiato epistemológico entre las ciencias naturales y las ciencia sociales, reivindicando para estas últimas una especificidad irreductible. Así no habría, como creían los naturalistas, una continuidad, sino más bien una radical discontinuidad en las ciencias. En síntesis, una visión dualista del conocimiento científico.
3) El conocimiento científico de las ciencias sociales como comprensión. De las dos características anteriores se sigue una tercera: "conocer" en ciencias sociales ya no será subsumir -desde la objetividad- fenómenos particulares mediante leyes (explicar), sino "comprender": esto es, desocultar significados, alcanzar -desde la propia subjetividad del intérprete- la subjetividad del actor social. El conocimiento de las ciencias sociales posee, entonces, un ineludible componente de empatía: se trata de desentrañar los propósitos o intenciones del otro; algo así como acceder al alma del otro. Solo así sería posible entender un proceso social.
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