Es muy antigua la idea de que algunas características que diferencian a los seremos humanos entre sí son hereditarias, de modo que la intervención humana estimulando la reproducción de ciertos individuos e inhibiendo la de otros podría contribuir a la mejora de la población. El fundamento científico para tal afirmación recién aparece en el siglo XIX con la eugenesia, en el marco de un decidido y abrumador desarrollo de las ciencias naturales que hace que las ciencias sociales tomen como modelo de cientificidad, lo que provoca una inusitada redistribución de las relaciones entre saber y poder en la historia de la humanidad. Del fortisimo aval de la biología evolucionista darwiniana, problemas como el origen de la inteligencia y su relación con la ubicación social adquieren una nueva dimensión. En este marco nace la eugenesia, ideada por Francis Galton (1822-1911), quien introduce este término derivado del vocablo griego utilizado para designar a los individuos "bien nacidos, de noble origén y de buena raza". La definió como la ciencia que trata de todas las influencias que mejoran las cualidades innatas, o materia prima, de una raza y aquellas que la pueden desarrollar hasta alcanzar la máxima superioridad.
La eugenesia consistió básicamente, en favorecer la reproducción de determinados grupos o individuos considerados inferiores o indeseables, con el objetivo de "mejorar la raza" o "mejorar la especie". Sus postulados básicos son:
Las diferencias (y por ende las jerarquías) entre los individuos están determinadas hereditariamente y sólo en una muy pequeña parte dependen del medio.
El progreso de la sociedades depende de la selección natural, principal mecanismo de la evolución de las especies según la teoría darwiniana.
Las condiciones modernas de vida (medicina, planes de asistencia, las comodidades) tienden a impedir la influencia selectiva de la muerte de los menos aptos, lo cual estaría provocando la degeneración de la especie humana, y esa degeneración continuará a menos que se tomen medidas para contrarrestarla.
La eugenesia consistió básicamente, en favorecer la reproducción de determinados grupos o individuos considerados inferiores o indeseables, con el objetivo de "mejorar la raza" o "mejorar la especie". Sus postulados básicos son:
Las diferencias (y por ende las jerarquías) entre los individuos están determinadas hereditariamente y sólo en una muy pequeña parte dependen del medio.
El progreso de la sociedades depende de la selección natural, principal mecanismo de la evolución de las especies según la teoría darwiniana.
Las condiciones modernas de vida (medicina, planes de asistencia, las comodidades) tienden a impedir la influencia selectiva de la muerte de los menos aptos, lo cual estaría provocando la degeneración de la especie humana, y esa degeneración continuará a menos que se tomen medidas para contrarrestarla.
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