Rasgos principales del iusnaturalismo moderno



El iusnaturalismo moderno es un resurgimiento de aquellas doctrinas que se construyen sobre la base de la afirmación de la existencia de un "derecho natural". El iniciador es Thomas Hobbes, por lo cual se denominará modelo hobbesiano a este nuevo modo de entender la construcción de lo político.

El iusnaturalismo moderno no es un doctrina homogénea sino que presenta una pluralidad de variantes, a veces inconciliables entre sí. Sin embargo todas las teorías iusnaturalistas poseen rasgos comunes basados en una tríada de conceptos: el estado de naturaleza (que es el punto de partida hipotético), la sociedad civil (que es el punto de llegada) y el medio o instrumento por el cual se produce este pasaje, el contrato social.

El estado de naturaleza presenta dos facetas complementarias. Por un lado siempre es un estado negativo que debe ser abandonado y superado por la sociedad civil, de modo que sea como fuere que se considere al hombre al hombre natural, siempre el Estado de Naturaleza presenta desventajas por las cuales es necesario que sea abandonado a través del contrato social. Los elementos constitutivos de este estado son:

Los individuos particulares, aislados, no asociados aunque asociables, que de hecho actúan siguiendo la razón (que permanece oculta o impotente) sino las pasiones, los instintos o los intereses; el elemento constitutivo del estado civil es la unión de los individuos aislados y dispersos en una sociedad perpetua y exclusiva que es la única que permite la puesta en marcha de la una vida acorde con la razón.

El iusnaturalismo supone dos órdenes jurídicos distintos: el derecho natural, que debería ser descubierto por la racionalidad humana en una indagación profunda de la esencia del hombre, y el derecho positivo, es decir los códigos escritos por los hombres, que serán legítimos en la medida en que no contradigan o no sean incompatibles con el derecho natural.

El pacto o contrato social es el acto fundacional que inaugura la sociedad civil y en su concepto mismo confluyen los elementos distintivos de la modernidad y de la especificidad de la nueva concepción de lo político. Lo político ya no es "natural" como en el modelo clásico, sino que se constituye artificialmente y a través de un nuevo elemento legitimante que es la voluntad de los contratantes. 

Las características que adquiera la sociedad civil, por su parte, dependerán de las condiciones del estado de naturaleza y de las que aparezcan como necesarias para superarlo, garantizando la paz y la convivencia pacífica. Así, a través de este modelo, puede justificarse tanto un sistema de soberanía absoluta (Hobbes), una teoría limitativa del poder del Estado (Locke) o el gobierno de la "voluntad general" y la revolución contra el Ancien Régime (Rosseau).

El método que unifica a autores tan diferentes es el método racional, es decir, aquel método que ha de permitir la reducción del derecho y la moral a ciencia demostrativa (Bobbio, 1985: 75).

Todas las propuestas iusnaturalistas poseen un rasgo distintivo común: El intento de construir una teoría racional del Estado, prescindiendo de cualquier argumento de carácter teológico. 



Héctor Palma/Rubén H. Pardo (2012). Epistemología de las Ciencias Sociales: perspectivas y problemas de las representaciones científicas de lo social. Buenos Aires: Editorial Biblos/Estudios

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