Rousseau: el problema de la igualdad y la crítica radical



El estado de naturaleza, no es pacífico ni belicoso; antes bien, es de aislamiento y soledad del hombre que vaga por las selvas sin más necesidades que el sustento diario. Es una situación de amoralidad, no hay ni bien, ni mal por que no existe contacto con el otro.

 Pero, a pesar de esas características del hombre natural, según Rosseau, lo que se observa a diario es el despliegue de todo tipo de pasiones negativas, como la codicia, la ambición desmedida, la venganza, el odio, etc. Esta dicotomía surge según él, quien es crítico agudo y radical de la Europa del siglo XVIII (fundamentalmente Francia), de la decadencia que la cultura y la historia humana han implicado. El proceso de desarrollo de la humanidad (Abandono del estado de naturaleza), tal y como se ha producido efectivamente, ha sido negativo y sus etapas marcan un camino descendente donde coinciden historia y maldad en el camino de degradación de los individuos. La degradación y la decadencia humanas van de la mano del proceso de la cultura. El origen de los males estaría dado por la propiedad privada:

El primero a quien después de cercar un terreno se le ocurrió decir "Esto es mío", y halló personas lo bastante sencillas para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil. (Rousseau, Discurso)
Según Rousseau, en un momento dado de este proceso, y habiéndose desarrollado ya la división del trabajo y con ella el lujo y la explotación, los hombres habrían celebrado un pacto injusto que acabó legitimando la desigualdad económica y la injusticia política, condiciones que se fueron profundizando y endureciendo con el correr de los tiempos, y cuyo resultado era la sociedad francesa (y Europea) del siglo XVIII. En el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, Rousseau señala que los ricos, viendo cuán desventajosa era esta (ficcional) guerra perpetua no sólo para la vida misma sino para mantener la riqueza, convencieron al resto de unirse diciéndoles:

«Unámonos -les dijo- para proteger a los débiles contra la opresión, contener a los
ambiciosos y asegurar a cada uno la posesión de lo que le pertenece; hagamos
reglamentos de justicia y de paz que todos estén obligados a observar, que no hagan
excepción de nadie y que reparen en cierto modo los caprichos de la fortuna sometiendo
igualmente al poderoso y al débil a deberes recíprocos. En una palabra: en lugar de
volver nuestras fuerzas contra nosotros mismos, concentrémoslas en un poder supremo
que nos gobierna con sabias leyes, que proteja y defienda a todos los miembros de la
asociación, rechace a los enemigos comunes y nos mantenga en eterna concordia
  Todos corrieron al encuentro de sus cadenas creyendo asegurar su libertad, pues, con bastante inteligencia para comprender las ventajas de una institución política, carecían de la experiencia necesaria para prevenir sus peligros; los más capaces de prever los abusos eran precisamente los que esperaban aprovecharse de ellos, y los mismos sabios vieron que era preciso resolverse a sacrificar una parte de su libertad para conservar la otra, del mismo modo que un herido se deja cortar un brazo para salvar el resto del cuerpo.(Rousseau, Discurso)

 El proceso de socialización se encontraría entonces a mitad de camino entre el individuo aislado que era y ya no es y la socialización completa (en una sociedad justa) a la cual no ha llegado aún. El pacto injusto se asienta sobre un concepto no comunitario de propiedad y crea una igualdad formal ante la ley que deja sin tocar la desigualdad real. El pacto que cambie estas circunstancias será el contrato social, que todavía no se ha realizado, y es propuesto por Rousseau en el texto hmónimo.

El contrato rousseauniano implica la "alienación total" o entrega ilimitada y voluntaria por parte del individuo, para recibir a cambio la garantía de su vida y de su propiedad. Esta alienación borra la distinción entre hombre y ciudadano, creando un nuevo sujeto histórico: la voluntad general, que no es sólo suma de individualidades sino la concreción de una conciencia social supraindividual mediante el consciente abandono del egoísmo. 

 La "voluntud general" es la única fuente soberana de legislación cuyas decisiones son inapelables dado que expresan el bien común. La soberanía en Rousseau es absoluta, pero no en manos de un soberano sino en manos del Pueblo.La finalidad del estado polítido propuesto por Rousseau entonces es la restauración de la justicia perdida a través de la historia.


     



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